En el mundo laboral y empresarial, los correos electrónicos son una herramienta esencial para la comunicación diaria.
La manera en que comienzas un correo profesional puede marcar la diferencia entre causar una buena impresión o no capturar la atención de tu destinatario.
En este artículo, exploraremos las mejores prácticas para comenzar un correo electrónico de forma profesional y efectiva.
Conoce a tu audiencia
Antes de redactar el correo, es importante entender quién es el destinatario y cuál es el contexto. No todos los correos deben iniciar de la misma manera, y el nivel de formalidad puede variar según el destinatario.
Si te diriges a un cliente o superior: Opta por un tono formal.
Si escribes a un colega cercano: Un tono más relajado puede ser apropiado.
Si es un destinatario desconocido: Siempre es mejor errar por el lado de la formalidad.
Usa un saludo apropiado
El saludo inicial es la primera impresión que causarás. Aquí tienes algunos ejemplos según el nivel de formalidad:
Formal:
Estimado/a [Nombre o Título],
A quien corresponda,
Semiformal:
Hola [Nombre],
Informal:
Buenos días/tardes [Nombre],
Hola,
Evita saludos genéricos como “Hola a todos” a menos que realmente te dirijas a un grupo amplio.
Además, verifica siempre el nombre y la ortografía del destinatario para personalizar tu mensaje.

Incluye una introducción clara
Después del saludo, una introducción bien estructurada ayudará a establecer el contexto del correo.
Esta es tu oportunidad para captar la atención del lector y preparar el terreno para el contenido principal.
- Presentación personal o profesional: Si es la primera vez que te comunicas, preséntate brevemente.
Ejemplo: “Mi nombre es [Tu Nombre], y soy [tu cargo] en [nombre de la empresa].”
Mención del propósito del correo: Sé directo y explica por qué estás escribiendo.
Ejemplo: “Me pongo en contacto con usted para discutir [tema]…”

Asegúrate de ser breve y conciso
En un correo profesional, cada palabra cuenta. Evita introducir demasiados detalles en el inicio. Reserva información adicional para el cuerpo del mensaje.
Ejemplo efectivo:
“Espero que este mensaje le encuentre bien. Quisiera coordinar una reunión para discutir [tema].”
Ejemplo inefectivo:
“Hola, espero que esté teniendo un buen día. Quisiera hablar sobre varias cosas, entre ellas [tema], pero también tengo otras dudas que quizá podrían surgir después.”
Evita errores comunes
Algunos errores pueden restar profesionalismo a tu correo. Aquí tienes algunos que deberías evitar:
Falta de personalización: Enviar correos genéricos o con nombres incorrectos puede causar una mala impresión.
Usar un tono inapropiado: Demasiada informalidad o excesiva formalidad, dependiendo del contexto, puede ser contraproducente.
Errores gramaticales o tipográficos: Revisa siempre tu correo antes de enviarlo.
Conclusión
Comenzar un correo profesional de manera adecuada es fundamental para garantizar que tu mensaje sea bien recibido.
Al seguir estas prácticas, no solo transmitirás profesionalismo, sino que también mejorarás la eficacia de tu comunicación. Recuerda que la clave está en personalizar el mensaje, ser claro y mostrar respeto hacia el destinatario.